El lunes comienza la negociación colectiva anticipada en división Ventanas de Codelco. La discusión reglada era en junio, pero la cuprera está con un plan de adelantar sus negociaciones colectivas para evitar paralizaciones. Al interior de la minera explican que el escenario es "complejo" en cada una de las operaciones que tendrán que negociar.
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A partir del segundo semestre, el presidente ejecutivo de Codelco, Diego Hernández, deberá enfrentar conversaciones con los roles B, los más fuertes de la compañía. En noviembre comienza la negociación reglada en Andina y en enero les toca el turno a los cinco sindicatos de Codelco Norte.
La complejidad de Ventanas va más allá de los problemas ambientales y el escrutinio de Salud que enfrenta la fundición y refinería de la estatal. Los trabajadores del sindicato Turnados, que representan 80% de la dotación, quieren igualar los beneficios. "Los trabajadores de Ventanas tienen los beneficios más bajos de Codelco, incluso los sueldos son distintos, pero también son los beneficios más bajos de la industria minera", explicó un dirigente sindical.
En Ventanas, Andina y Codelco Norte un tema central será el beneficio de salud. La administración quiere implementar un nuevo modelo para separar de Codelco la administración y mantención de hospitales e isapres. El nuevo sistema está basado en llamar a licitación para que una isapre privada le entregue planes convenientes a los trabajadores. Las posturas en el mundo sindical son dispares. En Codelco Norte, un dirigente explica que los trabajadores están abiertos a conversar, pero siempre y cuando la nueva isapre respete las preexistencias de los trabajadores, principal problema de la dotación. "Pero si la administración se pone dura, esto va a terminar en un conflicto", dijo el dirigente. En Andina, en tanto, la postura es clara: "El tema de la salud es intransable" y adelantan que si la administración persiste en imponer el tema en la negociación "se irá a la calle". Es que en la división de Los Andes se perfeccionó la operación del Hospital Río Blanco, en 2008 y se puso en marcha en 2009. Con esto se dejaron atrás las cifras rojas de la entidad, gracias a que se rebajó el número de atenciones. Esto, porque los médicos eran remunerados según la agenda de atención.
"La salud no es un tema que se quiera poner en la agenda de la negociación, pero si la administración insiste en llevar el cambio en el sistema de salud a nivel nacional, esto será un punto de quiebre", indicó un dirigente de Andina.
